Todos conocemos, como cristianos, el significado de la gracia. Sabemos que es un don inmerecido y gratuito que recibimos de Dios sin siquiera pedirlo. Es por la gracia por la que hoy tenemos garantizada la vida eterna.
Sin embargo, a veces pareciera que se nos olvida que esta es solo el primer paso -dado por el Señor- para rescatarnos. No es la salvación completa, ni el fin de todo el pecado en nuestra vida.
Es imperativo que el cristiano cambie su relación con Dios, y como la esposa de Cristo, empiece a dar un mejor trato en correspondencia. La gracia no es para "aplicarse" cada vez que uno peca a conciencia.
El creyente debe ir más allá, y buscar la gloria de Dios con la que podemos en primer lugar restaurar nuestras vidas, y en segundo, crecer en su poder y los dones del Espíritu Santo.
Versículos revisados durante la prédica (NTV):
Versículos revisados durante la prédica (NTV):
- Romanos 6 = 1 Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? 2 ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado? 3 ¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo en el bautismo, nos unimos a él en su muerte? 4 Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva. 6 Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida (…) 8 y dado que morimos con Cristo, sabemos que también viviremos con él. 9 porque Cristo fue levantado de los muertos y nunca más volverá a morir. La muerte ya no tiene ningún poder sobre él. 10 Cuando él murió, murió una sola vez (…) 11 Así también ustedes deberían considerarse muertos al poder del pecado y vivos para Dios por medio de Cristo Jesús.
- Santiago 4:7-10 = 7 Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo.9 Derramen lágrimas por lo que han hecho. Que haya lamento y profundo dolor. Que haya llanto en lugar de risa y tristeza en lugar de alegría. 10 Humíllense delante del Señor, y él los levantará con honor.
Esperamos que la audio-prédica le sea de bendición para su vida espiritual.
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