Espiritualmente, somos la novia de Jesucristo, con quien tenemos unión invisible. Por eso es importante comprenderlo para que venga el avivamiento de pasión y pureza a su iglesia.
Nosotros, la iglesia somo el Israel espiritual y hoy estamos en los días de la cosecha final, rumbo al fin de los tiempos.
Preparémonos para dejar que el Señor Jesús habite en su esposa como un tabernáculo.
1 Corintios 10:11 (NVI) = Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para advertencia nuestra, pues a nosotros nos ha llegado el fin de los tiempos.
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