En esta nueva etapa en la que el Señor nos llama a empezar de nuevo, buscamos traer las bendiciones a nuestra vida de forma legítima y real, fuera de la religión.
De esta forma, el diezmo es, sin duda, una bendición para quienes lo ejercen con liberalidad y sin imposición.
El principio de dar, respalda esta práctica cristiana y, en la libertad que vivimos, podemos hacerlo plenamente para disfrutar de las bendiciones de Dios.
- Mateo 23:23 (RVR1960) = ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
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