Atreverse a hacer un ayuno y mantenerse en oración es una decisión importante para el cristiano, sin embargo, antes de empezar con ese proceso, debe buscar con todo su corazón ser limpio a través de la confesión de sus pecados y el reconocimiento de este ante el Padre.
El ayuno de Daniel es el ejemplo no sólo del sacrificio carnal para estar en comunión con Dios, sino de una comunión real con el Señor a través de reconocer nuestros pecados.
Daniel 4:9-10 (RVR1960)
9 Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación.
10 Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande.
Gálatas 4:19 (RVR1960)
Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros
9 Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación.
10 Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande.
Gálatas 4:19 (RVR1960)
Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros
Esta audio-prédica es inmediata a "Espías proféticos modernos".

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