Desde épocas muy remotas, en los tiempos del Antiguo Testamento, el hombre ha tenido el anhelo de acercarse al mundo de lo sobrenatural. Sin embargo, al desconocimiento de la palabra de Dios, en muchas ocasiones termina orientándose hacia doctrinas equívocas del espiritismo y el ocultismo. Está en nuestra naturaleza buscar a una fuerza superior.
Y es que, el Señor mismo como nuestro Padre anhela una comunión con nosotros y nos ha dado las facilidades para acceder a ella, por lo que está en nuestras manos determinar si la logramos o no.
Así se demuestra, a su vez, en la forma en que se conducen las águilas que poseen esa figura de realeza sobre los animales del aire. Y como ellas, nosotros también debemos comenzar un camino similar: pasar de ser los aguiluchos indefensos que siempre están a expensas de su madre, a ser seres poderosos que surcan los aires por encima de las tormentas con independencia pero confianza en la fuerza que poseen gracias a Dios. Eso sí, siempre tras la prueba que nuestro Padre nos ponga. ¿Estamos listos para ello?
Texto base de la prédica (RVR1960):
Juan 3:8 = El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Otros versículos que puede consultar: Isaías 40:28-30 y Deuteronomio 32:11.
Para descargar el mensaje completo en formato MP3, dé click en este link. O si lo desea, puede escucharlo directamente desde el reproductor que aparece abajo.
Y es que, el Señor mismo como nuestro Padre anhela una comunión con nosotros y nos ha dado las facilidades para acceder a ella, por lo que está en nuestras manos determinar si la logramos o no.
Así se demuestra, a su vez, en la forma en que se conducen las águilas que poseen esa figura de realeza sobre los animales del aire. Y como ellas, nosotros también debemos comenzar un camino similar: pasar de ser los aguiluchos indefensos que siempre están a expensas de su madre, a ser seres poderosos que surcan los aires por encima de las tormentas con independencia pero confianza en la fuerza que poseen gracias a Dios. Eso sí, siempre tras la prueba que nuestro Padre nos ponga. ¿Estamos listos para ello?
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Juan 3:8 = El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
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¡Dios lo bendiga!
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